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Jaime Rojo y Daniel Moya

domingo, 9 de marzo de 2014

Una especie violenta por naturaleza

Antes de convertirse en un respetado científico, todo un doctor en biología que hoy ejerce como profesor e investigador de genética en la Universidad de Barcelona, David Bueno practicó el taekwondo. Empezó de muy pequeño y llegó francamente lejos. Tan lejos que su primer sueldo lo ganó como profesor de este arte marcial. Pero era un profesor de cinturón marrón, no de cinturón negro. ¿Por qué? «Para conseguir el cinturón negro no basta con demostrar lo que sabes, tienes que ganar dos de tres combates. Y mi rechazo a la violencia hizo que me quedara a las puertas», contesta.
Quizá desde entonces se venía preguntando si el ser humano era una especie violenta por naturaleza y el ensayo que acaba de publicar, junto a otros cinco expertos la Universidad de Barcelona, tenga como fin responder de una vez por todas esa pregunta. De ahí que su título sea tan directo: ¿Somos una especie violenta? (Ube). ¿Lo somos? «Lo somos, sí. Somos una especie violenta por naturaleza. Por dos razones. Porque somos agresivos y porque somos creativos. Sin imaginación no seríamos violentos», contesta.
¿Por qué no lo seríamos? «La agresividad es algo que compartimos con el resto de animales. Es una emoción, como el amor o el miedo. No es buena ni mala. No tiene connotaciones morales o éticas, simplemente es parte del instinto de supervivencia. La violencia es otra cosa. Es una agresividad consciente. Es un hacer daño queriendo hacerlo. Y para eso hace falta imaginación. Creatividad. El ser creativo es capaz de relacionar dos cosas que no tienen una relación natural. Su deseo de imponerse con la forma de conseguirlo, por ejemplo. El hombre sabe que siendo agresivo puede conseguir algo», asegura Bueno, experto en la genética del desarrollo y neurociencia, y en su relación con el comportamiento humano.
El fútbol puede servir para canalizar la agresividad humana sin...Por Rojo