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Jaime Rojo y Daniel Moya

lunes, 21 de enero de 2013

Curiosidades - La nube de contaminación en China, vista desde el espacio


Los satélites de la NASA para la Asociación Nacional Oceánica y Atmosférica han captado desde el espacio la nube contaminante que está afectando a 12 provincias de China y que, según los expertos, es una de las peores registradas en la última década.
El pasado fin de semana saltaba la alarma por los niveles de contaminación en la capital de China, Pekín, que habían alcanzado niveles muy por encima de los considerados peligrosos para la salud humana. Concretamente, el medidor de partículas de la Embajada estadounidense alcanzó un índice de 728, más del doble del límite de partículas contaminantes establecido por la Organización Mundial de la Salud como nocivo para la salud.
La nube de polución, captada desde el espacio. | NASA/Reuters

Avances de Clase - Aguas continentales subterráneas

Las aguas continentales subterráneas proceden de la infiltración del agua de lluvia a través de capas permeables porosas, hasta que el agua queda retenida por una capa impermeable que ya no puede atravesar. Así se forman depósitos de agua subterránea denominados acuíferos. El nivel que alcanzan las aguas subterráneas es el nivel freático.

Perforando hasta el nivel freático se construyen pozos. A veces, la presión que ejercen las rocas que rodean el acuífero hace que el agua suba sin ayuda, formando un pozo artesiano. Cuando el acuífero encuentra una grieta se forman manantiales o fuentes por las que el agua sale al exterior. Algunos acuíferos almacenan aguas de hace millones de años (aguas fósiles).

Las aguas subterráneas, al circular por terrenos calizos dan lugar a un terreno característico llamado kárstico.

Avances Científicos de Actualidad - Ingredientes para la vida en un cráter del Planeta Rojo.

El subsuelo de Marte aún conserva páginas de su historia que en la Tierra se han perdido debido a los movimientos de las placas tectónicas. Así describe un equipo de investigadores del Museo de Historia Natural de Londres la importancia de unas rocas que se encontraban a varios kilómetros por debajo de la superficie del Planeta Rojo. Y es que su análisis constituye un nuevo indicio que respalda la teoría de que Marte pudo haber albergado en el pasado algún tipo de vida microbiana. Si alguna vez hubo vida bacteriana, sostienen, probablemente fue bajo tierra.

Los meteoritos que han impactado contra la superficie de Marte han actuado como sondas naturales, pues gracias a ellos hemos podido obtener rocas que se encontraban a varios kilómetros de profundidad, hasta 5 kilómetros, según señalan los autores. Las sondas de exploración y las misiones de los vehículos robóticos, como Curiosity, enviados a Marte han aportado nuevas pistas sobre la composición del planeta. En concreto en este estudio se ha analizado la información recabada por la sonda Mars Reconnaissance Orbiter en el cráter McLaughlin, que tiene un diámetro de unos 92 kilómetros y una profundidad de 2,2 kilómetros.

El cráter McLaughlin en una perspectiva en 3D. | HRSC/MarsExpress

Fuente: elmundo.es (adaptación)