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Jaime Rojo y Daniel Moya

lunes, 24 de marzo de 2014

'Si completamos el mapa del cerebro, podremos leer la mente'

Rafael Yuste es el Cajal de nuestros tiempos. Si a principios del siglo XX el Nobel aragonés desveló la estructura de las neuronas, hoy este sabio madrileño fugado a EEUU ha empezado a trazar una cartografía completa de todo el cerebro humano. Desde el laboratorio que dirige en la Universidad de Columbia en Nueva York, Yuste lidera el Brain Initiative, un proyecto impulsado por el presidente Obama para desentrañar la increíble complejidad de toda nuestra actividad neuronal. Para Yuste, ningún desafío es más atractivo ni más importante, porque comprender el cerebro es el único camino para comprendernos (y ojalá mejorarnos) a nosotros mismos. Esta semana ha visitado Madrid para presentar sus investigaciones dentro del ciclo Ciencia y Sociedad: ¿Seremos inmortales?, organizado por la Fundación Banco Santander y dirigido por Eduardo Punset.

Fragmento de la exposición:
Y cuando logremos ver toda la película del cerebro, ¿podremos leer el pensamiento de una persona?
Yo creo que sí. Estoy convencido que dentro del cráneo no hay magia, la mente humana y todos nuestros pensamientos, nuestros recuerdos y nuestra personalidad, todo está basado en disparos de grupos de neuronas. No hay nada más, no hay un espíritu en el éter. En todos los animales esto es así. Las neuronas se disparan y ocurre un comportamiento. En nuestro caso, tenemos la experiencia psicofísica de que tenemos pensamientos, ideas e imaginación, pero todo esto tiene que deberse al disparo de neuronas. El gran desafío es descifrar cuáles son las bases físicas de los comportamientos y estados mentales. Tardará mucho tiempo, pero algún día se logrará. Si conocemos el disparo de todas las neuronas, seremos capaces de descifrar lo que un animal o una persona están pensando.

jueves, 13 de marzo de 2014

'El calentamiento global no tiene vuelta atrás'

Se rie a carcajadas Adolfo Eraso cuando, para abrir fuego, el cronista le lanza un "según lo que usted dice de los hielos, se va a quedar pronto sin trabajo". Este científico español es referencia mundial en el estudio de los glaciares, a los que ha dedicado más de medio siglo, señalando su irreparable declive a causa del calentamiento global. Por esto, por ser su vida un continuo viaje en busca de todos los ríos de hielo del mundo y por su notable aportación al conocimiento de nuestro planeta, la Sociedad Geográfica Española le concede el próximo martes su prestigioso premio nacional.
"No tiene vuelta atrás. Nos hemos pasado de la raya, es algo irreversible", asegura. Es duro escuchar esto a un científico de su prestigio. Eraso remacha: "no lo digo yo, lo aseguran las medidas que tomamos desde hace años en los glaciares". Según explica, todo lo recoge el calendario glaciar que investigadores como él han establecido hasta un millón de años hacia atrás. Nos lo cuenta. "El hielo de los glaciares se forma de nevadas que se compactan a base de expulsar el aire que contiene en forma de burbujas. Llega un momento en que no se puede compactar más, quedando atrapadas en el hielo unas últimas burbujas. Nosotros las extraemos de Groenlandia y la Antártida, y con su análisis averiguamos cómo era la atmósfera del pasado".
Y según esos análisis, la cantidad de CO2, gas referente del efecto invernadero culpable del calentamiento global, nunca ha estado por encima de las 180 partes por millón en las épocas glaciares, alcanzando 280 partes en los periodos cálidos interglaciares. En ese millón de años nunca se ha movido de este rango. Hasta la segunda mitad del siglo XIX. "Fue un efecto antrópico pues entonces sucedió la Revolución Industrial, sobrepasándose las 280 partes por millón. El año pasado hemos rebasado las 400 partes. Cuatro veces más que las oscilaciones anteriores, que ocurrían a lo largo de decenas de miles de años. Y lo peor es que sigue subiendo", añade.
Es decir, la naturaleza produce CO2, con los volcanes por ejemplo, pero al mismo tiempo la metaboliza gracias a las masas vegetales y a los arrecifes. Efectos contrapuestos, pero naturales. "Nuestra especie solo lo produce, no tenemos ningún mecanismo para contrarrestarlo; ni siquiera para reducir o detener la cantidad de sus emisiones", denuncia este científico.
Por Daniel
El científico español Adolfo Eraso

domingo, 9 de marzo de 2014

Una especie violenta por naturaleza

Antes de convertirse en un respetado científico, todo un doctor en biología que hoy ejerce como profesor e investigador de genética en la Universidad de Barcelona, David Bueno practicó el taekwondo. Empezó de muy pequeño y llegó francamente lejos. Tan lejos que su primer sueldo lo ganó como profesor de este arte marcial. Pero era un profesor de cinturón marrón, no de cinturón negro. ¿Por qué? «Para conseguir el cinturón negro no basta con demostrar lo que sabes, tienes que ganar dos de tres combates. Y mi rechazo a la violencia hizo que me quedara a las puertas», contesta.
Quizá desde entonces se venía preguntando si el ser humano era una especie violenta por naturaleza y el ensayo que acaba de publicar, junto a otros cinco expertos la Universidad de Barcelona, tenga como fin responder de una vez por todas esa pregunta. De ahí que su título sea tan directo: ¿Somos una especie violenta? (Ube). ¿Lo somos? «Lo somos, sí. Somos una especie violenta por naturaleza. Por dos razones. Porque somos agresivos y porque somos creativos. Sin imaginación no seríamos violentos», contesta.
¿Por qué no lo seríamos? «La agresividad es algo que compartimos con el resto de animales. Es una emoción, como el amor o el miedo. No es buena ni mala. No tiene connotaciones morales o éticas, simplemente es parte del instinto de supervivencia. La violencia es otra cosa. Es una agresividad consciente. Es un hacer daño queriendo hacerlo. Y para eso hace falta imaginación. Creatividad. El ser creativo es capaz de relacionar dos cosas que no tienen una relación natural. Su deseo de imponerse con la forma de conseguirlo, por ejemplo. El hombre sabe que siendo agresivo puede conseguir algo», asegura Bueno, experto en la genética del desarrollo y neurociencia, y en su relación con el comportamiento humano.
El fútbol puede servir para canalizar la agresividad humana sin...Por Rojo

sábado, 1 de marzo de 2014

Los megacarnívoros de Teruel

Un nuevo diente de alguna especie de pliosaurio se ha encontrado en Formiche Alto (Teruel), y es posiblemente el más grande encontrado en España hasta la fecha.

Por Rojo