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Jaime Rojo y Daniel Moya

martes, 22 de abril de 2014

Un planeta casi gemelo de la Tierra que puede albergar agua y vida

En cuanto ha tenido a su disposición la tecnología necesaria para observar el cosmos más allá de nuestro Sistema Solar, el hombre ha demostrado lo que durante siglos intuyó: nuestra galaxia está inundada de planetas, muchos de ellos probablemente muy parecidos al nuestro.

En apenas 20 años se ha confirmado la existencia de unos 1.800 exoplanetas (objetos celestes fuera de nuestro Sistema Solar), de los que una veintena aproximadamente se encuentra en la denominada zona habitable. Quiere esto decir que orbitan su estrella a una distancia que teóricamente les permitiría albergar océanos, lagos o ríos con agua líquida en su interior, pues no están ni tan cerca ni tan lejos de su astro como para que fuesen mundos con temperaturas infernales o planetas helados, lo que les convertiría en inhabitables. Y si albergasen agua líquida, sostienen los astrofísicos, potencialmente podrían tener o haber tenido en el pasado algún tipo de vida.

La mayoría de esos mundos han sido detectados en los últimos cinco años, muchos de ellos gracias al telescopio espacial de la NASA Kepler, que fue lanzado en marzo de 2009. Se han encontrado planetas de tamaños muy diversos. La mayoría son más grandes que la Tierra, pues son más fáciles de detectar. Sin embargo, un equipo de astrofísicos de la NASA ha anunciado este jueves la detección de un planeta extrasolar con un tamaño muy parecido al de nuestra Tierra que han denominado Kepler-186f.

De todos los que se han encontrado hasta ahora, aseguran en su estudio publicado en la revista Science, es el que tiene un tamaño más parecido al nuestro. El nuevo objeto es lo suficientemente especial como para que la NASA haya convocado una rueda de prensa este jueves para explicar el hallazgo.

Creen que se trata de un planeta rocoso, como el nuestro, además se encuentra en la zona habitable de su estrella, dejando abierta la posibilidad de que albergue agua líquida y, por tanto, alguna forma de vida. «Los modelos teóricos sobre la formación de planetas sugieren que es improbable que aquellos con un radio inferior a 1,5 veces el de la Tierra estén envueltos en densas atmósferas de hidrógeno y helio, que es lo que les ocurre a los gigantes gaseosos de nuestro Sistema Solar [como Júpiter y Saturno].

Consecuentemente, Kepler-186f es probablemente un mundo rocoso, en un sentido similar a Venus, la Tierra o Marte», compara Thomas Barclay, científico de la misión Kepler y del Instituto de Investigación Medioambiental Bay Arena. El radio del nuevo planeta es de 1,1 y su año dura 130 días.

Recreación artística del planeta Kepler-186f y de la estrella enana...

lunes, 24 de marzo de 2014

'Si completamos el mapa del cerebro, podremos leer la mente'

Rafael Yuste es el Cajal de nuestros tiempos. Si a principios del siglo XX el Nobel aragonés desveló la estructura de las neuronas, hoy este sabio madrileño fugado a EEUU ha empezado a trazar una cartografía completa de todo el cerebro humano. Desde el laboratorio que dirige en la Universidad de Columbia en Nueva York, Yuste lidera el Brain Initiative, un proyecto impulsado por el presidente Obama para desentrañar la increíble complejidad de toda nuestra actividad neuronal. Para Yuste, ningún desafío es más atractivo ni más importante, porque comprender el cerebro es el único camino para comprendernos (y ojalá mejorarnos) a nosotros mismos. Esta semana ha visitado Madrid para presentar sus investigaciones dentro del ciclo Ciencia y Sociedad: ¿Seremos inmortales?, organizado por la Fundación Banco Santander y dirigido por Eduardo Punset.

Fragmento de la exposición:
Y cuando logremos ver toda la película del cerebro, ¿podremos leer el pensamiento de una persona?
Yo creo que sí. Estoy convencido que dentro del cráneo no hay magia, la mente humana y todos nuestros pensamientos, nuestros recuerdos y nuestra personalidad, todo está basado en disparos de grupos de neuronas. No hay nada más, no hay un espíritu en el éter. En todos los animales esto es así. Las neuronas se disparan y ocurre un comportamiento. En nuestro caso, tenemos la experiencia psicofísica de que tenemos pensamientos, ideas e imaginación, pero todo esto tiene que deberse al disparo de neuronas. El gran desafío es descifrar cuáles son las bases físicas de los comportamientos y estados mentales. Tardará mucho tiempo, pero algún día se logrará. Si conocemos el disparo de todas las neuronas, seremos capaces de descifrar lo que un animal o una persona están pensando.

jueves, 13 de marzo de 2014

'El calentamiento global no tiene vuelta atrás'

Se rie a carcajadas Adolfo Eraso cuando, para abrir fuego, el cronista le lanza un "según lo que usted dice de los hielos, se va a quedar pronto sin trabajo". Este científico español es referencia mundial en el estudio de los glaciares, a los que ha dedicado más de medio siglo, señalando su irreparable declive a causa del calentamiento global. Por esto, por ser su vida un continuo viaje en busca de todos los ríos de hielo del mundo y por su notable aportación al conocimiento de nuestro planeta, la Sociedad Geográfica Española le concede el próximo martes su prestigioso premio nacional.
"No tiene vuelta atrás. Nos hemos pasado de la raya, es algo irreversible", asegura. Es duro escuchar esto a un científico de su prestigio. Eraso remacha: "no lo digo yo, lo aseguran las medidas que tomamos desde hace años en los glaciares". Según explica, todo lo recoge el calendario glaciar que investigadores como él han establecido hasta un millón de años hacia atrás. Nos lo cuenta. "El hielo de los glaciares se forma de nevadas que se compactan a base de expulsar el aire que contiene en forma de burbujas. Llega un momento en que no se puede compactar más, quedando atrapadas en el hielo unas últimas burbujas. Nosotros las extraemos de Groenlandia y la Antártida, y con su análisis averiguamos cómo era la atmósfera del pasado".
Y según esos análisis, la cantidad de CO2, gas referente del efecto invernadero culpable del calentamiento global, nunca ha estado por encima de las 180 partes por millón en las épocas glaciares, alcanzando 280 partes en los periodos cálidos interglaciares. En ese millón de años nunca se ha movido de este rango. Hasta la segunda mitad del siglo XIX. "Fue un efecto antrópico pues entonces sucedió la Revolución Industrial, sobrepasándose las 280 partes por millón. El año pasado hemos rebasado las 400 partes. Cuatro veces más que las oscilaciones anteriores, que ocurrían a lo largo de decenas de miles de años. Y lo peor es que sigue subiendo", añade.
Es decir, la naturaleza produce CO2, con los volcanes por ejemplo, pero al mismo tiempo la metaboliza gracias a las masas vegetales y a los arrecifes. Efectos contrapuestos, pero naturales. "Nuestra especie solo lo produce, no tenemos ningún mecanismo para contrarrestarlo; ni siquiera para reducir o detener la cantidad de sus emisiones", denuncia este científico.
Por Daniel
El científico español Adolfo Eraso

domingo, 9 de marzo de 2014

Una especie violenta por naturaleza

Antes de convertirse en un respetado científico, todo un doctor en biología que hoy ejerce como profesor e investigador de genética en la Universidad de Barcelona, David Bueno practicó el taekwondo. Empezó de muy pequeño y llegó francamente lejos. Tan lejos que su primer sueldo lo ganó como profesor de este arte marcial. Pero era un profesor de cinturón marrón, no de cinturón negro. ¿Por qué? «Para conseguir el cinturón negro no basta con demostrar lo que sabes, tienes que ganar dos de tres combates. Y mi rechazo a la violencia hizo que me quedara a las puertas», contesta.
Quizá desde entonces se venía preguntando si el ser humano era una especie violenta por naturaleza y el ensayo que acaba de publicar, junto a otros cinco expertos la Universidad de Barcelona, tenga como fin responder de una vez por todas esa pregunta. De ahí que su título sea tan directo: ¿Somos una especie violenta? (Ube). ¿Lo somos? «Lo somos, sí. Somos una especie violenta por naturaleza. Por dos razones. Porque somos agresivos y porque somos creativos. Sin imaginación no seríamos violentos», contesta.
¿Por qué no lo seríamos? «La agresividad es algo que compartimos con el resto de animales. Es una emoción, como el amor o el miedo. No es buena ni mala. No tiene connotaciones morales o éticas, simplemente es parte del instinto de supervivencia. La violencia es otra cosa. Es una agresividad consciente. Es un hacer daño queriendo hacerlo. Y para eso hace falta imaginación. Creatividad. El ser creativo es capaz de relacionar dos cosas que no tienen una relación natural. Su deseo de imponerse con la forma de conseguirlo, por ejemplo. El hombre sabe que siendo agresivo puede conseguir algo», asegura Bueno, experto en la genética del desarrollo y neurociencia, y en su relación con el comportamiento humano.
El fútbol puede servir para canalizar la agresividad humana sin...Por Rojo

sábado, 1 de marzo de 2014

Los megacarnívoros de Teruel

Un nuevo diente de alguna especie de pliosaurio se ha encontrado en Formiche Alto (Teruel), y es posiblemente el más grande encontrado en España hasta la fecha.

Por Rojo

domingo, 23 de febrero de 2014

La estrella más antigua del universo

Big Bang, hace unos 13.800 millones de años. El Universo era un recién nacido extremadamente caliente y denso que comenzaba a expandirse después de la gran explosión que formó los primeros átomos. Pero a diferencia del Cosmos que conocemos hoy, los únicos elementos que había eran los más ligeros, el hidrógeno y el helio, los dos primeros de la tabla periódica de la Química. Pero eran suficientes para formar las primeras estrellas, aún gaseosas. Marea pensar que algún astro primigenio haya podido navegar en la inmensidad del tiempo astronómico para llegar a nuestros días tal y como se formaron instantes después del Big Bang. Pero así es. Un grupo de arqueólogos de estrellas, ha excavado los confines del Cosmos hasta encontrar un astro de hace más de 13.000 millones de años: la estrella más antigua del Universo.

Todo parecía haberse esfumado bajo las llamas a principios de 2003. Aquel verano austral, un incendio forestal iniciado cerca de Canberra arrasó cinco telescopios del Observatorio del Monte Stromlo y con ellos el programa estrella que permitía a Australia soñar con convertirse en líder de la Astronomía mundial. Las pérdidas se cuantificaron en más de 20 millones de euros. Pero el daño científico trascendía lo económico. Sin embargo, tras la desolación de aquel aciago año, resurgieron nuevos programas y nuevos instrumentos. De hecho, el Sky Mapper, el telescopio que sustituyó al histórico y carbonizado Telescopio Gran Melbourne, ha sido la herramienta utilizada por los arqueólogos de estrellas -los astrofísicos dedicados a la búsqueda de astros primigenios- para localizar la estrella más antigua encontrada hasta la fecha.

El hallazgo ha supuesto un éxito rotundo, pero el reto intelectual que tienen ante sí estos excavadores de galaxias tiene unas implicaciones científicas mayúsculas. Tanto Stefan Keller, investigador del Observatorio del Monte Stromlo y autor principal de la investigación publicada en Nature, como sus colegas esperan poder estudiar a partir de esta estrella cómo era el Universo en los primeros instantes tras el Big Bang y cómo han evolucionado las estrellas y la materia hasta el Cosmos moderno.

Un cúmulo de estrellas antiguas en la Vía Láctea.

martes, 18 de febrero de 2014

Termitas robóticas autómatas capaces de construir edificios






Son unos robots que construyen cosas. Y ya está.




Por Rojo

El asteroide que 'rozó' la Tierra a 43.000 kilómetros por hora

Un asteroide de un tamaño estimado similar al de tres campos de fútbol 'rozó' la Tierra la madrugada de este martes 18 de febrero -a las tres de la mañana hora peninsular (2.00 GMT).
El paso de este cuerpo celeste ocurrió con casi un año de diferencia con el que cayó en Rusia (Cheliábinsk) el 15 de febrero de 2013, hiriendo a más de 1.200 personas.
No obstante, el asteroide 2000 EM26, como ha sido bautizado, pasó una distancia cercana en términos astronómicos, pero la menor separación que tuvo con el planeta Tierra fue de 8,8 veces la distancia que nos separa de la Luna. Aún así, los expertos lo incluyen dentro de la categoría de asteroides potencialmente peligrosos.
Recreación de un asteroide acercándose a la Tierra.Por Rojo

jueves, 23 de enero de 2014

Aviso

Carolina, por favor podrías mandarnos las fotos aquellas para el blog?

Gracias.

Juego de ciencias: la estructura interna de la tierra

6 letras:


  1. 1ª letra de la palabra que falta: K2O es óxido de...
  2. 1ª letra de la capa sólida superficial de la Tierra.
  3. 2ª letra de la sexta placa tectónica si las ordenamos alfabéticamente.
  4. 1ª letra del nombre del científico que da nombre al paso de la corteza al manto.
  5. 4ª letra de la parte del manto que se encuentra sobre una o más placas tectónicas y bajo la corteza.
NOTA: Algunas de estas son algo más fáciles si habéis estudiado.

domingo, 19 de enero de 2014

El pingüino emperador se muda en busca de más hielo

Adaptarse o morir. El pingüino emperador (Aptenodytes forsteri) parece tener clara esta máxima de la naturaleza y no duda en modificar sus costumbres ante los cambios en su entorno. Así lo ha observado un equipo de científicos que monitoriza sus pasos durante el gélido invierno antártico utilizando las imágenes recabadas por satélites.
Según recogen en un estudio publicado en la revista PLOS ONE, varias colonias de pingüino emperador, una especie que sólo vive en la Antártida, reaccionaron ante el retraso en la congelación del suelo marino (en el que habitualmente pasan la temporada de reproducción y cría) desplazándose a plataformas de hielo glacial de difícil acceso para ellos.
Hasta ahora, se consideraba que la inmensa mayoría de estos animales vivían en el hielo marino, como mostraban 44 de las 46 colonias de emperador localizadas. Las dos comunidades restantes eran de pequeño tamaño (con 250 y 2.900 parejas respectivamente): una de ellas vivía en un lago helado mientras que la otra había elegido una roca. Se estima que la población media de una colonia ronda las 5.500 parejas.
Para sorpresa de los científicos, no parece que los 30 metros de altura que tuvieron que escalar para llegar al acantilado glacial (unas formaciones que pueden alcanzar los 60 metros) fueran un obstáculo insalvable para estas aves, que no pueden volar y superan el metro de altura. Y es que, aunque el emperador es un excelente buceador capaz de sumergirse a más de 500 metros de profundidad para buscar alimento, es poco ágil cuando se mueve por tierra.
De hecho, tienen fama de ser bastante torpes cuando están fuera del agua, donde cazan la comida con la que alimentan a sus retoños.
El pingüino emperador (Aptenodytes forsteri) mide más de un metro.Por Rojo